jueves, 5 de enero de 2012

LOS TRES REYES MAGOS YA ESTAN AQUI.



Un año más, llega el día de Reyes.

Es un día de ilusiones, caras felices, diversión y alguna que otra decepción.

De este día me quedo con la satisfacción de poder ver la cara de felicidad de los pequeños al ver los regalos. Ojala, esa felicidad, ilusión y alegría no la perdiéramos nunca y perdurara por siempre en nuestro día a día.

Pero la vida es lo que es. Nos vamos haciendo mayores. Empezamos a ver este día como un saca-perras, es decir, nos sale la vena monetaria y ya solo vemos este día como algo material y de gastar dinero. No quiero generalizar con esto pero creo que así es en gran medida. Lastima que muchos no sigan teniendo presente esa ilusión que un día tuvieron y que ahora podrían tener el privilegio de hacérsela sentir a otras personas.



Y es que cuando llegan estas fechas, parece que solo vemos el lado consumista. Poco a poco vamos perdiendo la esencia, el motivo original, lo fascinante del hecho ... y por supuesto, el tener presente que siempre deberíamos celebrar.

Una frase y Hashtag muy usado por una persona que considero referente de la lógica, el buen rollo y del vivir verdaderamente la vida es que Siempre Hay Algo Que Celebrar. Y así es, Carlos Andreu, que fue quien me abrió los ojos a esta frase, a esta idea, tiene mucha razón.

Celebrar. Hay que celebrar. Y con celebrar no me refiero a tener que gastar, a que nos tenga que costar dinero. Hay que celebrar y hay muchas formas de hacerlo.

Una celebración puede ser desde un beso que siempre negábamos por sentirse ya rutinario hasta un paseo cogidos de la mano, sintiendo que el mundo se para o gira a nuestros pies. Una celebración puede ser una fiesta, una cena, un viaje, un regalo ... claro que sí, pero no solo tenemos que asociar el celebrar y el regalar con cosas materiales y que nos cuesten dinero. Hay un amplio abanico de posibilidades que, simplemente con pararse a pensar qué cosas dejas de hacer para ti, para los demás, para las personas que quieres ... hacerlo sería el mejor presente que te podrías dar o que podrías regalar.

Se dice que una vez, tres Reyes Magos fueron a entregar unos regalos al Niño que nacía. Se presentaron con sus mejores galas, no les importó el largo viaje que tuvieron que hacer y le ofrecieron al Niño lo mejor que tenían.

Si miro atrás, podría decir que a lo largo de mi vida y en especial del 2011, me he encontrado con muchos Reyes Magos, sin que ellos lo supieran. Me han entregado su mejor sonrisa, su saber estar, su presencia, sus consejos, su apoyo, sus conocimientos, su amor ...

Y como digo, ellos seguramente no lo sepan, pero yo se que son Reyes Magos, que no quieren contar su secreto, al igual que hacen con los pequeños de la casa.

Si nuestra forma de ver la vida fuera de esta manera, nos sentiríamos orgullosos de ser Rey Mago para alguien, en determinado momento, sin importar la fecha. Y querríamos ser Rey Mago para muchos más pues la satisfacción de ofrecer lo mejor que uno tiene a alguien que lo necesita, es de lo que no se puede explicar con palabras.

No hacen falta grandes cosas. A veces, lo mas insignificante puede ser lo más grandioso para la otra persona.
Y, nunca nos olvidemos de celebrar. Siempre hay que celebrar algo, incluso, cada instante que pasa pues nunca volverá a vivirse.

Yo, quiero ponerme a ello, ser Rey Mago y celebrar algo todos los días. Te apuntas?

Por el momento, ya puedo decir que me he sentido un poquito Rey. Por algo se empieza. Adivinas quién de los tres? ;-)

2 comentarios:

  1. jajaja ¡¡¡que grande!!! La foto para enmarcar... menudo rey Melchor tenemos hecho en ti... hala a repartir buenrolling que es lo que mejor se te da y tanta falta nos hace. Un abrazo y me has regalado una sonrisa, que en estos días, como bien sabes, me hace falta. Abrazos

    ResponderEliminar
  2. Me alegro mucho por esa sonrisa, Esteban, y muchas gracias por tus palabras.

    Por cierto ... me parece que tú también has sido un buen Rey Mago. Al menos para mi.

    Un Abrazo.

    ResponderEliminar