miércoles, 7 de noviembre de 2012

No habrá iPad para los malvados



Parece ser que no habrá iPad para los "malvados". ¿Será verdad?

Pongámonos en situación.

Al comenzar la legislatura, los diputados reciben un pack tecnológico que consta de un móvil de última generación (iPhone), línea ADSL en su domicilio para estar conectados a Internet y una tableta iPad que sustituye al ordenador portátil de antaño.



En los 9 meses que llevamos de legislatura, 30 de los 350 diputados han perdido su tableta. El congreso se los ha repuesto pero ha dicho basta al terminar con las reservas que tenia para este cometido.

La verdad es que se podrían decir muchas cosas al respecto pero creo que únicamente diciendo que es el reflejo de lo que ocurre en este país en general con lo público, ya vamos servidos.

En el ámbito público se desperdicia, se malgasta, se pierde mucho material. ¿El motivo? porque no lo sentimos como nuestro, cuando lo es, y porque pensamos que el pozo nunca se va a secar.

Pero el pozo está muy pero que muy seco y las cosas deberían de cambiar.

O hacemos una gran reflexión sobre todo ello y cambiamos de actitud, o mal vamos. Las cosas ya no pueden ser como antes. Hay que darle la vuelta a todo o a casi todo, intentando no perder demasiado, pero no queda otra.

Si perdemos, será también por culpa nuestra aunque nos gusta más buscar la responsabilidad en otros. Y es cierto que otros son los más responsables en esta situación pero todos tenemos, en mayor o menor medida, parte de culpa.

Es un mal sueño. Hay que despertar. No sirve de nada sumirse en encantamientos del pasado. Es hora de abrir los ojos. Es hora de actuar. De ser consecuentes. De ser responsables.

Y ahí es donde empieza a rechinar todo el engranaje pues los que deberían ser los primeros y dar ejemplo, son los que parece que la cosa no va con ellos.

Creo que somos una sociedad que sabe apretarse el cinturón, que sabe adaptarse a las circunstancias, pero lo que no es y nunca será, una sociedad de tontos.

Protestas las tendremos siempre. Va en nuestros genes. Pero a la hora de la verdad, si conseguimos apartar ese desencanto que se ha instalado en una gran mayoría de la sociedad, la respuesta será provechosa, contundente e ilusionante.

Pero para ello, hace falta que ciertas personas tomen el mando, que digan las cosas como son, que empiecen a actuar en consecuencia y por supuesto, den ejemplo.

Y ese ejemplo empieza por algo tan sencillo como sentir suyo y de todos, aquello que se les da por desempeñar cierta responsabilidad.

Entonces, la película cambiará y si habrá iPad para los diputados.


No hay comentarios:

Publicar un comentario